Con la soberbia de los que se saben poderosos y únicos, el Valle de Traslasierra le abre al visitante una decena de puertas para que lo invada y se pierda en su esplendor.
Podrá ser desde Córdoba por -el Camino de las Altas Cumbres; por Taninga y la Cuesta de Chancaní y por Cruz del Eje (la ruta del llano). También puede ser abordado desde San Luis, Mendoza, La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán y desde Santa Rosa de La Pampa.
Ubicado en el oeste provincial, el valle se extiende entre las Sierras Grandes al este (con la elevación más alta de Córdoba, el cerro Champaquí de 2.884 metros y las Sierras Occidentales, y en él se desparraman ciudades y villas como Cruz del Eje, San Marcos Sierra, Soto, Villa Cura Brochero, Mina Clavero, Nono, Las Tapias, San Javier, Villa Dolores, imposibles de abarcar a todas en una sola crónica por el caudal de maravillas que cada una de ellas encierra.
No obstante, puede intentarse un rápido viaje desde Mina Clavero, ciudad rodeada de cerros y flanqueada por los ríos Panaholma y Mina Clavero que unidos conforman el de Los Sauces. Centro turístico del Valle, concentra sus atractivos en sus balnearios, famosos por la propiedad curativa de sus aguas. Con excelente hotelera, posee un activo centro comercial donde se destacan sus artesanías en cerámica, famosas en todo el país.
Hacia el norte de esta localidad se encuentra Cura Brochero, cuna del legendario Cura Gaucho, Gabriel Brochero y hacia el sur, la ruta 14 colocará al viajero en Nono, cuyo nombre, según la toponimia aborigen significa seno de mujer. En este pueblo es obligación visitar al Museo Rocsen, verdadera colección arqueológica y folclórica de incalculable riqueza.
Siempre en tránsito por la ruta 14 y atravesando el Valle de San Javier, se suceden pueblos de encanto: Las Rabonas, Los Pozos, Los Homillos y Las Chacras. Un pequeño desvío permite apreciar la imponencia del Dique La Viña con su murallón de más de 100 metros de altura y su embalse apto para la pesca y los deportes náuticos.
Un aroma entre dulzón y picante anuncia la proximidad de Las Rosas, centro productor de tabaco y sede de plantas de secado y acopio de ese producto.
Desde aquí es posible llegar a San Javier y Yacanto, lugares de sugestiva belleza, con prados floridos, arroyos murmurantes y aledaños a cual más atractivo: La Barranca de los Loros, la Quebrada del Tigre, El Baño del Obispo. Más arriba la cumbre del Champaquí, lugar reservado para el coraje y la aventura.
Retornando la ruta 14 y recalando en Las Tapias, es posible apreciar el contraste de lo milenario en historia con el futuro en tecnología ya que ahí se encuentra una estación rastreadora de satélites.
Y ya con rumbo al oeste espera al viajero el último hito de este circuito de Traslasierra: la pujante y moderna ciudad de Villa Dolores. Neurálgico centro comercial y financiero de la provincia, su zona de influencia es activa productora de cereales, tabaco, vid, olivo, madera y destacada criadora de ganado vacuno.
El Río de Los Sauces enmarcado en una profusa vegetación, se abre plácidamente en balnearios incomparables como los de Piedra Pintada y Boca del Río.
Quedan otros pueblos y otras maravillas para describir, pero en esta brevedad, lo único que resta es sentarse a la vera del río y saborear un asado de chivito regado con un auténtico vino patero. En esto Traslasierra tampoco tiene comparación.
Podrá ser desde Córdoba por -el Camino de las Altas Cumbres; por Taninga y la Cuesta de Chancaní y por Cruz del Eje (la ruta del llano). También puede ser abordado desde San Luis, Mendoza, La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán y desde Santa Rosa de La Pampa.
Ubicado en el oeste provincial, el valle se extiende entre las Sierras Grandes al este (con la elevación más alta de Córdoba, el cerro Champaquí de 2.884 metros y las Sierras Occidentales, y en él se desparraman ciudades y villas como Cruz del Eje, San Marcos Sierra, Soto, Villa Cura Brochero, Mina Clavero, Nono, Las Tapias, San Javier, Villa Dolores, imposibles de abarcar a todas en una sola crónica por el caudal de maravillas que cada una de ellas encierra.
No obstante, puede intentarse un rápido viaje desde Mina Clavero, ciudad rodeada de cerros y flanqueada por los ríos Panaholma y Mina Clavero que unidos conforman el de Los Sauces. Centro turístico del Valle, concentra sus atractivos en sus balnearios, famosos por la propiedad curativa de sus aguas. Con excelente hotelera, posee un activo centro comercial donde se destacan sus artesanías en cerámica, famosas en todo el país.
Hacia el norte de esta localidad se encuentra Cura Brochero, cuna del legendario Cura Gaucho, Gabriel Brochero y hacia el sur, la ruta 14 colocará al viajero en Nono, cuyo nombre, según la toponimia aborigen significa seno de mujer. En este pueblo es obligación visitar al Museo Rocsen, verdadera colección arqueológica y folclórica de incalculable riqueza.
Siempre en tránsito por la ruta 14 y atravesando el Valle de San Javier, se suceden pueblos de encanto: Las Rabonas, Los Pozos, Los Homillos y Las Chacras. Un pequeño desvío permite apreciar la imponencia del Dique La Viña con su murallón de más de 100 metros de altura y su embalse apto para la pesca y los deportes náuticos.
Un aroma entre dulzón y picante anuncia la proximidad de Las Rosas, centro productor de tabaco y sede de plantas de secado y acopio de ese producto.
Desde aquí es posible llegar a San Javier y Yacanto, lugares de sugestiva belleza, con prados floridos, arroyos murmurantes y aledaños a cual más atractivo: La Barranca de los Loros, la Quebrada del Tigre, El Baño del Obispo. Más arriba la cumbre del Champaquí, lugar reservado para el coraje y la aventura.
Retornando la ruta 14 y recalando en Las Tapias, es posible apreciar el contraste de lo milenario en historia con el futuro en tecnología ya que ahí se encuentra una estación rastreadora de satélites.
Y ya con rumbo al oeste espera al viajero el último hito de este circuito de Traslasierra: la pujante y moderna ciudad de Villa Dolores. Neurálgico centro comercial y financiero de la provincia, su zona de influencia es activa productora de cereales, tabaco, vid, olivo, madera y destacada criadora de ganado vacuno.
El Río de Los Sauces enmarcado en una profusa vegetación, se abre plácidamente en balnearios incomparables como los de Piedra Pintada y Boca del Río.
Quedan otros pueblos y otras maravillas para describir, pero en esta brevedad, lo único que resta es sentarse a la vera del río y saborear un asado de chivito regado con un auténtico vino patero. En esto Traslasierra tampoco tiene comparación.