Se comunica que el próximo martes 17 de noviembre, todos los sectores ligados a la ex COTBN (Comisión de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos) organizan una movilización (“llamada de tambores por la vida”) frente a la Legislatura de Córdoba, a las 10 hs., para pedir la sanción inmediata del proyecto de ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos que contempla la conservación de nuestros bosques nativos y la recuperación de los remanentes. En dicha oportunidad se entregará un petitorio ciudadano con ese reclamo y todos los avales institucionales al proyecto de Ley de OTBN. También, la llamada de tambores por la vida se va a replicar en distintas zonas del interior provincial, donde numerosas entidades de la sociedad organizada van a participar espontáneamente.
La ex COTBN manifiesta la enorme preocupación ante la falta de intención de la Legislatura de sancionar este año, la Ley de OTBN. De esta manera, la provincia posterga una vez más la adhesión a la Ley Nacional 26.331. Mientras tanto, en todo el territorio de la provincia se continúa desmontando, avanza la frontera agropecuaria y urbana e increíblemente se producen incendios que exceden en lo que va del año las 300.000 ha (La Voz de Interior, sábado 17 de octubre). Así, Córdoba ha registrado en la última década la mayor tasa de deforestación (por el hombre y por el fuego) comparada a nivel mundial y completa un cuadro de situación donde se siguen rifando sus escasos bosques en medio de una extremada desidia gubernamental.
Desidia y despreocupación frente a los desmontes clandestinos y al accionar premeditado de los incendiarios inescrupulosos. Nunca en la historia de Córdoba, el fuego ha tenido semejante magnitud. Por ejemplo, en el año 1994, año extremadamente seco que llovió 200 mm en el oeste provincial, se inició un incendio y se quemaron más de 100.000 has de bosques nativos en el departamento Pocho por el abandono que realizó el gobierno de Angeloz a la región. Las autoridades de aquel entonces de la Secretaría de Ambiente se movilizaron recién cuando el fuego llegó a la entrada de la reserva forestal Chancaní. Luego, después del desastre y en medio de la hambruna de por meses de los animales, en aquel momento solo se repartieron 6 litros de agua por persona en botellas de plástico. Todo aquel accionar quedó gravado en la memoria colectiva. Hoy a pesar de que en el presupuesto provincial se disponen de 50.000.000 millones de pesos para apagar los incendios y escasamente para prevención. Sin embargo los pobladores afectados indican que el tema de control de incendios depende de la buena voluntad, solidaridad y valentía de los locales y cuerpos de bomberos. Además, si se ha reducido exponencialmente la vegetación como combustible, ¿porqué tantos incendios? ¿Es posible que la lectura sea, quememos todo lo que podamos antes de tener ordenado el territorio?
La Secretaría de Ambiente ha contribuido a retrasar el ordenamiento de los bosques nativos por incumplimiento de la Ley 26.331. Recién comienza el proceso de participación pública del ordenamiento territorial de bosques nativos el 24 de noviembre de 2008, mientras que el plazo previsto por la Ley de Presupuestos Mínimos de Protección de Bosques Nativos vencía el 27 de noviembre del mismo año. Envía dos anteproyectos de ley de OTBN a la Legislatura el 9 de octubre de 2009, a casi dos años de sancionada la ley 26331. Uno, producido por la Comisión de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (COTBN), comisión conformada por la propia Secretaría para tal fin, y el otro surgido de la entidad rural Cartez, vinculada a Sociedad Rural que se autoexcluyó de integrar la comisión. Ambos proyectos son enviados con idéntico peso específico a la Legislatura.
Ahora le toca a la Legislatura Provincial dilatar los tiempos. Así, la Legislatura desconoce la institucionalidad de la multisectorial COTBN, el proceso participativo y democrático generado por la misma, la emergencia ambiental en que se encuentra la provincia y niega la existencia de un proyecto oficial. La Comisión de Asuntos Ecológicos plantea convocar a todos los actores tomándose todo el tiempo que sea necesario para resolverlo. Esto también indicaría que ahora puede existir un tercer proyecto producido por esta comisión de la Legislatura. Así, se pretende seguir haciendo diagnósticos, desconocer un proyecto participativo y elaborado en base al consenso, realizar audiencias públicas en regiones donde el bosque nativo ya se ha extinguido y consultar a sectores de la actividad agropecuaria y urbanística desinteresados de la problemática de la conservación. Dicen que necesitan tiempo para estudiar a fondo los dos anteproyectos, cuando se les ha ofrecido desde la COTBN todas las herramientas metodológicas y de fundamentación para facilitar el estudio, la discusión y la decisión. Mientras tanto, la gravedad de la situación ambiental se profundiza y la destrucción del bosque continúa.
El presidente de la Comisión de Asuntos Ecológicos de la Legislatura Provincial, Legislador Falo, está preocupado aparentemente por los bosques y también por la pérdida de producción agropecuaria y económica que implica para la provincia conservarlos. ¿De que pérdida económica se habla cuando ya el 90 % del territorio se encuentra desertificado? Desertificación implica pérdida de la productividad, quebrantos económicos y pobreza. ¿De qué pérdida se habla, cuando solo queda un 5 % de bosques remanentes sobre un total de 16.500.000 has de superficie provincial. Los bosques remanentes están ubicados principalmente en el oeste cordobés, territorio de clima árido donde la única manera de producción sustentable es en base a la vegetación nativa. Este territorio del nor-oeste provincial, es el territorio en disputa donde las sociedades rurales tienen sus intereses. La Sociedad Rural pregona el modelo de sabanas con pastos y árboles aislados. Estos sistemas son de bajísima productividad, dependientes de las lluvias escasas e impredecibles propias de la región y expulsores de campesinos de sus tierras. Esta forma de manejo transforma rápidamente el sistema hacia nuevos desiertos, como lo ponen en evidencia las imágenes satelitales donde la firma espectral indica suelo desnudo casi todo el año. La ecuación es simple, sino hay verde no hay crecimiento, sino hay crecimiento no hay producción, si no hay producción no existe rentabilidad. También, sino hay bosques, no hay diversidad, no hay diversidad productiva, no hay campesinos en los campos ni equidad.
Por otra parte las sierras también acusan síntomas de desertificación. La cobertura vegetal y la capacidad esponja de los suelos con vegetación, se ha perdido. La bajante de los diques no es solo debida la sequía estacional, sino a una merma alarmante desde hace varios años de la capacidad de captación de aguas en las cuencas.
En realidad no existe ninguna voluntad política de proteger nuestros bienes naturales, esto se pode en evidencia cuando desde el oficialismo dicen que “tenemos más libertad” ya que no se tiene proyecto oficial único. También, también no existe la voluntad política desde el oficialismo de hacer cumplir la Ley, ya que sabiendo que estamos en veda de desmonte, el desmonte continúa y aún más, ni siquiera existe en convencimiento de que se pueda aplicar la ley para parar los desmontes sobre los escasísimos bosques que quedan.
Se habla desde el oficialismo que "se tratará de no defraudar a ningún sector". ¿Es posible diferenciar sectores, cuando todo el conjunto de la sociedad cordobesa está sufriendo las consecuencias de la falta de protección del suelo, la pérdida de biodiversidad, la escasez ce agua y las consecuencias del cambio climático. La desertificación nos afecta a todos por igual, la pobreza se va agudizar, los conflictos sociales se van a profundizar y la inestabilidad política va a crecer. La defensa de intereses minoritarios y mezquinos solo nos llevan al desastre ambiental, del cual ya estamos siendo testigos y tenemos un único territorio que proteger para asegurar nuestra supervivencia.
Alicia Barchuk, Docente e Investigadora de la UNC
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